A todos nos gustaba de pequeños irnos a la cama con un bonito cuento. Si es que ya lo cantaban Celtas Cortos… no hay nada que nos guste más que las historias, más si están bien contadas y son creíbles.
Digo esto porque otro de los conceptos que se maneja en este mundo del social media a menudo, además del de engagement, es el de storytelling, que, todo sea dicho, está bastante relacionado con el primero.
El arte de contar historias. ¿Y por qué es tan importante y todo el mundo habla de esta palabra? Para empezar, como ya mencionaba en un post anterior, los usuarios ahora tienen el poder y tienen un corazoncito que hay que alcanzar. El usuario 2.0 no quiere que las marcas le atosiguen con datos sobre lo altas y guapas que son. Ya hay mucha información por San Google y, si quiere algo concreto, irá a la web de la empresa en cuestión a buscarlo. Quiere que la marca le demuestre por qué merece la pena seguirla, que sea parte de su vida, que le de experiencias e historias con las que pueda sentirse identificado, que le hable…
Por eso, las empresas se han apuntado a eso de contar historias para convencer a los futuros clientes, aunque a veces este tú a tú va demasiado lejos, como bien escribe mi colega Juan Hernández Quintero.
La verdad es que esto de contar historias no es algo nuevo que se deba a la fiebre del contenido y estrategias de marketing on line, sino que los story tellers llevan realizando su actividad desde hace mucho tiempo, y no me refiero a lo que hacían los hermanos Grimm.
Revisemos los elementos que se pueden encontrar en cualquier historia:
- Los personajes, entre los que no puede faltar el héroe o la heroína (quién).
- El escenario o escenarios en el que se desarrolla esa historia (dónde).
- El momento en el que se desarrolla esa historia (cuándo).
- El argumento en sí (qué).
- Los cambios que se originan en la vida de los personajes (cómo).
¿Familiar no? De hecho en primero de carrera de periodismo dar respuesta a estas preguntas es prácticamente lo primero que aprendes. El periodismo está lleno de historias, y si vamos a la sección de sucesos, podemos encontrar, sobre todo antiguamente, crónicas dignas de ser argumento para novelas de Agatha Cristie.
Hay quien da trucos y consejos para mejorar el storytelling. Pero el arte de contar historias es eso un arte y, mientras salen teorías y fórmulas en torno a él, solo hay que tener claro una cosa: la gente puede olvidar tu nombre o quién eres, pero nunca olvidará cómo le hiciste sentir
Y para muestra…